Lo nuestro no fue un amor a primera vista, fue un amor a tercera vista.
Pero desde esa tercera vez que nos vimos y salimos, supe con seguridad que lo que había sentido por él no era algo normal.
Y ese sentimiento se fue haciendo más fuerte, hasta saberlo con certeza… era el hombre de mi vida. Pero debimos separarnos 2 años, haber rechazado las invitaciones a “tomar el cafecito”, y vivir lo que vivimos, para poder reencontrarnos como dos seres ya completos.
Así que luego de una relación partida en 2, y después de una boda cancelada por el Covid el año pasado, decidimos hacer nuestra boda simbólica este pasado 23 de septiembre, día en el que reescribimos esta historia hace 5 años.
Una boda simbólica que fue todo eso que soñamos algún día, con algunos percances como cualquier evento por supuesto, pero en cuanto a la energía, los invitados, y todos los rituales que hicimos, fue perfecta.
Sabíamos con seguridad que no queríamos una boda religiosa, pues ninguno de los dos practica ninguna, pero sí somos muy espirituales, creemos en el universo y en que existe una energía muy poderosa más allá de nuestro entendimiento, y que cada uno le llama como quiera llamarla.
El ritual
Para nuestro ritual queríamos que estuviera muy presente los 4 elementos y la madre tierra, la que nos vió nacer, crecer, y vivir tantas experiencias. Así que empezamos la búsqueda de quién nos podía casar y dirigir ese ritual que soñábamos. Después de pensarlo y averiguar opciones, no estábamos siendo conscientes que teníamos la respuesta frente a nosotros, Gladys, la mamá de Tato, era la persona ideal para crear ese ritual que soñábamos.
Gladys es una persona con la que nos conectamos muchísimo y que admiramos por su don para curar por medio de la energía de sus manos. Así que le hicimos la propuesta y no pudo estar más feliz de crear este momento junto a nosotros.
Tanto amó hacer nuestro ritual que ha decidido seguirlo haciendo, así que ya saben, los interesados me escriben para pasarles el contacto.
Todo el ritual fue inspirado en las bodas celtas, en el cual se celebra la unión de dos almas y no de dos seres humanos, con la bendición de la madre tierra y nuestros antepasados.
Y siguiendo con el mismo deseo de hacer algo muy conectado a nosotros, decidimos que el lugar ideal era la casa de los papás de Tato, pues es un lugar lleno de paz, de energía que fluye y con unos espacios que invitan a conectar.
Agradecemos con el alma a Gladys y a Jaime por ofrecernos su espacio para hacer realidad nuestro sueño.
Y como no era una boda común, la música también debía de ser muy especial, y no pudimos ser más afortunados de poder tener con nosotros a Alex y su esposa.
Alex es un músico muy especial, con un conocimiento asombroso de las culturas, y así mismo sus instrumentos acústicos están cargados de historias de años atrás de las tribus por toda Sudamérica. Alex nos propuso sonidos andinos y celtas para la ceremonia y fue lo más acertado, se mezcló perfectamente con toda la energía y los sentimientos de cada momento.
Aprovechamos por supuesto nuestra boda para presentar a nuestro bebé que viene en camino. Teníamos que hacer esos pequeños cambios a todo el ritual, pues ya no somos dos sino tres almas.
Así que en el momento del ritual de la luz, presentamos su luz a Dios, al universo y a nuestros amigos que no sabían la noticia. Fue un momento muy emotivo y que llevaremos en nuestros corazones por siempre.
Finalizada la boda simbólica, nos fuimos directo para el cóctel.
Ahí fue la oportunidad para abrazarnos, contar con más detalles a nuestros amigos sobre nuestro bebé. Y tomar algunos coctelitos, bueno ellos, porque para mí fue soda saborizada toda la noche 😉 … y comer unos pasabocas deliciosos.
En cuanto a la cantidad de invitados, quisimos que fuera algo íntimo, y que estuvieran con nosotros esas personas que han estado en nuestra historia desde el inicio, y que sabíamos que podíamos contar con su energía para el ritual de la manera que es.
Así que aquí está nuestra TRIBU, esa tribu que queremos que estén en nuestra vida por siempre.
Mención especial a proveedores y personitas que le pusieron el alma:
Sacerdotisa: Gladys. Contacto por privado.
Músicos: Alex con sus instrumentos ancestrales, y su esposa que nos acompañó con su voz. Alex Jaramillo Cel: 321 7249634
Comida: Nueve 21, la comida más increíble!!
Lucero de Lápiz de Novia por su apoyo en la planeación y ejecución.
Novia:
Vestido: Luisa Nicholls – De novia a novia
Anillo: Victor Saldarriaga @victorsaldarriagatomic
Accesorio cabeza: Atarah Headpieces
Maquillaje: Camila Gutiérrez
Novio:
Vestido: Mon & Velarde
Anillo: Capa Joyería
Fotografía: Jonathan Álvarez
Vídeo: Lápiz visual
Lugar: Casa de Gladys y Jaime, nuestro total agradecimiento.